Primeramente deciros que la vuelta a nuestro club me ha supuesto
una gran alegría. El poder comentar los libros del verano, brindar, comer algo
muy rico, reírnos, compartir vivencias y sentimientos ha hecho de ese
miércoles un encuentro dichoso. Y ahora paso a escribir unas pocas líneas sobre
William Trevor, autor de nuestra última
lectura Verano y Amor.
Nació
en Mitchelstown, ciudad perteneciente al
condado de Cork al sureste de Irlanda el 24 de mayo de 1928 en una familia
protestante de clase media, esto es importante ya que al no pertenecer a los
grandes terratenientes colonialistas de orígenes ingleses, no vivió bajo la
losa de culpa que pesa sobre ellos. Sus padres eran una pareja extravagante y
mal avenida. Producto de las continuas mudanzas de su familia tuvo una infancia
desarraigada, cambió de escuela en 13 ocasiones. Se graduó en Historia en el
Trinity College de Dublín. Se trasladó a Inglaterra en 1954.
Su
primera novela A Standard of Behaviour la escribió a los treinta años puesto que hasta esa edad
no se dedicó completamente a la narración literaria. Antes se había dedicado brevemente a la docencia
y posteriormente trabajó como redactor en una agencia de publicidad. También
fue escultor, exponiendo sus obras en Dublín y Londres.
Aunque
sus primeras críticas no le fueron favorables, en 1964 ganó el Hawthornden
Prize por The Old Boys. Desde entonces ha ganado numerosos
premios tanto en Inglaterra como en Irlanda, nominado cinco veces al Booker
Prize el más prestigioso galardón en lengua inglesa .Es Caballero de la Orden
del Imperio Británico por sus servicios prestados a la literatura.
Hoy
en día reside en Devon, Inglaterra. A sus 84 años continúa escribiendo y es
considerado uno de los más valorados narradores contemporáneos.
¿Nos animamos a comentar Verano y Amor?
Como sabeis acudí a la reunión del miercoles pasado sin haber leido Verano y Amor.
ResponderEliminarDeciros que vuestro comentario de la novela me ha dado mucho que pensar ,durante unos dias, en mi educación de colegio religioso católico.
Es casi enigmático comprobar como perduran en el tiempo esos años de infancia de misas, cánticos, pecados y absoluciones de repetición,como pueden seguir teniendo ese PESO en nuestras actuaciones,sentimientos e incluso decisiones de " se supone" MENTES ABIERTAS a la libertad y el respeto y pueden conseguir sembrar en ocasiones la duda ,la culpa y el remordimiento.