EL FESTÍN DE BABETTE
De forma casual nuestro club de lectura se ha encontrado con el libro El Festín de Babette, bueno he de decir que gracias a nuestra consejera de libros, Fátima. Y nuestra lectura y visión de la película ha coincidido con su 25 aniversario, y su reestreno en los cines con una copia restaurada. El Festín de Babette, es una obra maestra que forma parte de la Historia del Cine y que fue ganadora del Oscar a Mejor película de habla no inglesa y premiada en cantidad de certámenes.
El Festín de
Babette, o la exaltación a la paz y riqueza interior.
Un canto a "la joie de vivre".
Debo decir
que leer el libro me ha encantado, me ha transmitido serenidad y relajación, me
ha venido muy bien en un momento en el quizás que vivo la vida demasiado
deprisa.
Debo
destacar el contraste (siempre presente en cualquier sociedad), entre la
austeridad, que estaría representada por el padre, que predica que hay que
vivir de una forma "recatada" sin grandes disfrutes personales que
pueden traer consigo “peligros”, dando más importancia a "no
terrenal" y por otro lado el personaje de Babette, que representa el
elogio al placer de disfrutar. Y también es una alegoría de los artistas (en cualquiera de sus
acepciones) como ellos permiten sublimar la trivialidad de la vida a través del
placer ofrecido, hacia la felicidad continua.
Destacar que
Babette representa al artista desinteresado, que humildemente ofrece su arte a
los demás, buscando su compresión a sabiendas de que les va a transmitir
felicidad, y creo que esto es extensible a cualquier persona que ofrece y
comparte con sus congéneres lo que sabe y lo que tiene.
Creo que da
una gran lección de solidaridad, de defensa de la libertad de expresión y de
exaltación de la mujer.
Pero lo que
más me ha emocionado es el discurso final de Babette en el que expresa que
"Un artista nunca es pobre, que un artista puede vivir y estar bien en
cualquier lugar, lleva dentro su riqueza, su imaginación y su creatividad"
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